viernes, 6 de enero de 2012

CAP 152

Pedro: estabas súper concentrada..te asuste?
Pau: si...escuchaba las letras, mintió....
Pedro: perdoname, si? primero por asustarte, segundo por no haberte sorprendido. no solo soy malísimo con todo esto, sino que aparte estaba casi seguro de que no ibas a venir
Paula lo interrumpió: ya te dije que te equivocaste...creo que nos debemos una charla, no? vine por eso...
Pedro: y tercero por el papelón de anoche...me reconozco celoso, pero normal, supongo que producto de mis inseguridades, pero soy perfectamente consciente que desde el principio me planteaste una relación sin rótulos y eso me quita todo derecho a reprocharte algo
Paula volvió a interrumpirlo: lo que a mi me gustaría que entiendas es que no tenes motivos mas allá de tener o no derechos a ponerte celoso. Si yo llego a tu casa y te encuentro con otra mina también me pondría celosa aunque no tenga derechos por el tipo de relación que tenemos pero en tu caso me viste con seis chicos haciendo una producción de fotos que es mi trabajo, es a lo que me dedico y es lo que me gusta hacer y no quiero que nuestra relación, sea del tipo que fuere, interfiera en mi laburo, me entendés?
Pedro: claro. Yo tampoco quiero eso. supongo que me llevaría tiempo adaptarme a tu trabajo, que es completamente distinto al mío, pero de cualquier manera yo siento que no estoy preparado para todo esto...
Paula bajo la mirada: te entiendo, no es fácil y no puedo obligarte a bancarme...

Sentía que no podía seguir hablando...un nudo se había formado en su garganta. Si bien la posibilidad de terminar su relación con Pedro había pasado por su cabeza varias veces desde la noche anterior, ella se había dejado convencer por su amiga y había llegado a casa de Pedro dispuesta a escucharlo y a seguir jugándosela por la relación que estaban comenzando, aclarándole si, que no quería interferencias con su trabajo...pero no, ahora era él quien estaba diciéndole que no quería seguir con ella, para qué entonces los candelabros, las velas, la cena, la sorpresa?...ni siquiera sabía aún cual era esa sorpresa...bah, a esa altura e increíblemente la bendita sorpresa era lo que menos le importaba...y porque mierda sentía tantas ganas de besarlo teniéndolo frente a ella, tan cerca si Pedro la estaba dejando. A esa altura ya se odiaba a si misma...por ingenua, se sentía una completa idiota, y sin embargo solo quería terminar la noche en sus brazos...
Pedro: Pau...Paula, te sentís bien?
Pau: eh? si, que me decías?
Pedro: que te decía? con lo que me cuesta decir las cosas no escuchaste absolutamente nada de lo que dije? te pasa algo?
Pau: nada...perdona. tenía la cabeza en cualquier lado. Que me dijiste?
Pedro: queres entrar otra vez?
Pau: ajajja...no. pero si podes sentarte otra vez al lado mío...

No hay comentarios:

Publicar un comentario